La adolescencia y la tormenta hormonal
El cerebro de un adolescente se
encuentra en un estado de cambios hormonales enorme. Las
regiones cerebrales que se asocian con la recompensa se encuentran
sobrecargadas, por lo que algunos adolescentes son muy propensos a centrarse en
el refuerzo de placer instantáneo sin estudiar a menudo las
consecuencias a largo plazo.
Sin embargo, los adolescentes no son un grupo homogéneo, por lo que presentan comportamientos muy diferentes entre sí y aquellas conductas más impulsivas suelen ir cambiando con el tiempo, dando paso a una mayor tendencia a planificar, racionalizar y tomar decisiones a largo plazo.
Sin embargo, los adolescentes no son un grupo homogéneo, por lo que presentan comportamientos muy diferentes entre sí y aquellas conductas más impulsivas suelen ir cambiando con el tiempo, dando paso a una mayor tendencia a planificar, racionalizar y tomar decisiones a largo plazo.
¿Qué podemos hacer para ayudar a motivar a un
adolescente?
Motivar a un adolescente en
cuestiones relativas a los estudios o las obligaciones del hogar puede ser muy
difícil, así como una verdadera fuente de frustración para los padres e incluso
para los hijos, que ven que no son capaces de lograr las expectativas que se
esperan de ellos y se escudan cada vez más en los sentimientos de impotencia
e indiferencia. Repetir órdenes, discutir, mostrar enojo y castigar son
muchas de las estrategias fallidas que podemos llevar a cabo en nuestros
intentos por mejorar la situación y el futuro de un joven que parece cada vez
más alejado de los valores que queremos inculcarles. A continuación, explicamos
algunos consejos que pueden ser útiles para conseguir una
mayor motivación.
Escuchar abiertamente al adolescente
La desmotivación en un adolescente
puede ser desilusionante tanto para los padres, como para los mismos
adolescentes. Los primeros sienten que no están consiguiendo que el joven se
adapte al mundo real y a sus expectativas, mientras que los segundos sienten
que sus propias motivaciones son ignoradas. Tratar de escuchar y
valorar sus propias ilusiones sin rechazo, puede ser un primer paso
para lograr un acercamiento entre sus metas y sus obligaciones. A veces, sin
embargo, el joven no se visualiza de ninguna manera ya que siente que no
encuentra un camino claro. En ese caso convertirnos en guías para su
futuro, basándonos en sus motivaciones puede ser otra forma de romper los
muros que nos separan.
Dejarles participar
Un adolescente trata
de buscar su propia independencia,
trata de sentirse como un adulto cuyos actos son voluntarios. Obligar a un
adolescente a hacer cosas sin permitirles participar en la decisión suele
desmotivarles profundamente. Tratar de dialogar y negociar de forma
conjunta estableciendo unas metas que, de ser logradas pueden conllevar un
refuerzo que les agrade, contribuye a que se sientan más especiales y
motivados. Para conseguir esto, pueden discutirse aspectos que les den
responsabilidad en las tareas, como libertad de horarios siempre que consigan
hacerlo en una fecha límite o dejarlos elegir qué tareas en el hogar quieren
realizar.
Enlazar sus motivaciones con sus obligaciones
Una de las claves para motivar a un
adolescente es hacerle comprender por qué deben hacer ciertas cosas que, aunque
para ellos no significan nada a corto plazo, a largo plazo son fundamentales
para lograr sus sueños. Los adolescentes sienten ignorados sus propios deseos y
su sentido de la importancia. A veces no llegan a comprender por qué tienen que
hacer ciertos actos que no les gustan, aunque se lo repitan sin cesar.
Conseguir enlazar sus deseos personales con las tareas cotidianas que
rehúsa a hacer, utilizando la comunicación asertiva, es un pequeño paso para
lograr una mayor motivación. Deben comprender que, para conseguir cosas, antes
deben realizar un esfuerzo que quizás no les guste, pero que los llevará a
lograr esas metas. Proporcionarles placeres sin haber cometido ningún esfuerzo
previo, les hace, por el contrario, aprender que en la vida no hay que invertir
empeño para conseguir metas y esto les desmotiva cuando tienen que hacer algo
que no les agrada.
Deben aprender de sus errores
Rescatar a un adolescente de sus
fallos constantemente puede posponer su llegada a la madurez. Esto es muy complicado,
ya que los padres siempre tienden a proteger a sus hijos jóvenes, pero es a
través de nuestros propios fallos como nosotros también aprendimos a mejorar.
Sobreprotegerlos solo consigue distorsionar el concepto que el joven tiene del
mundo real.
No tirar la toalla
A veces creemos que la situación nos
supera y que es tarde para cambiar las cosas, sin embargo, sus tutores deben
seguir siendo sus guías y referentes, las personas más importantes de sus vidas
que pueden lograr ese cambio positivo. Incentivar a los jóvenes por cada tarea
cumplida eficazmente, no regalar sin que exista un esfuerzo previo, mostrar
orgullo y refuerzo cuando consiguen alguna meta, utilizar el humor para hacer
de la situación algo menos frustrante para todos, así como buscar ayuda de un
profesional orientador en casos en los que creemos que pueden ayudarnos, son
herramientas que pueden conseguir marcar la diferencia en la vida de un
adolescente desmotivado.
Fuente: https://www.psicoactiva.com