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martes, 27 de noviembre de 2018

Estimulación: ¿Temprana o Adecuada?


ESTIMULACIÓN TEMPRANA O ESTIMULACIÓN ADECUADA

La Estimulación Temprana no es simplemente una serie de ejercicios, masajes o juegos (sin un propósito claro). Es conocer el proceso de desarrollo de un niño. 
La  Estimulación Temrpana NO depende de la edad del niño, sino de la oportunidad que se le haya dado de recibir estímulos y permitir poner a prueba las habilidades adquiridas.
La Estimulación Temprana debe ser integral tanto física como intelectual.
Es común encontrar personas geniales físicamente (deportistas) pero incapaces de sostener una charla amena e interesante, al igual que otras geniales intelectualmente incapaces de coordinar una carrera de 20 mts. La Estimulación debe ser tanto física como intelectual.  
Lo que realmente se debe tener en cuenta para una ESTIMULACIÓN ADECUADA es la motivación, La estimulación debe ser sinónimo de felicidad. El cerebro humano es tan dinámico que es muy fácil formar personas llenas de conocimientos o habilidades, pero sin motivación, ni pasión. También personas que al ser estimuladas incorrectamente, no son lo que sus estimuladores quisieron que fueran (deportistas, músicos, etc.) sino por el contrario serán (anti-deportistas o anti-artistas) lo que realmente sería el producto de la también existente ESTIMULACIÓN IN-ADECUADA que origina los "sabelotodo" pero incapaces de crear, organizar y gestionar.  
 ¿Alguna vez se preguntaron el motivo por el que los seres humanos dependemos de los padres durante tanto tiempo en comparación con el resto de animales? La razón está en nuestro cerebro, cuya maduración requiere mucho más tiempo que el de la mayoría de especies. Todos hemos visto imágenes de animales que a las pocas horas de nacer ya caminan al lado de sus madres sin aparente dificultad. Desde luego, la supervivencia de un cervatillo resultaría muy difícil si éste no fuera capaz de seguir a su madre, que continuamente se está desplazando en busca de pastos frescos o si no pudiera correr a las pocas semanas ante la presencia de un depredador. 
Un bebé humano, sin embargo, tarda algo más de una año en empezar a caminar, por lo que su supervivencia depende en extremo de la protección de la madre.
El caminar no es una habilidad innata que posea el bebé, sino que es el resultado de un aprendizaje. Un recién nacido sólo muestra un limitadísimo conjunto de capacidades si las comparamos con las que irá adquiriendo con el transcurso de los años y la mayoría de habilidades que posee están relacionadas con su supervivencia: succionar para poder alimentarse, llorar para atraer la atención de su madre, o cerrar las manos para intentar aferrarse a aquello que las toca.
Esta total indefensión es consecuencia de un cerebro aún por formar. Pero esta circunstancia que puede parecer en principio negativa conlleva, en realidad, una enorme ventaja: el bebé será capaz de adaptarse mucho mejor al entorno y a las circunstancias cambiantes que cualquier otro animal cuyo cerebro ya esté programado en el momento de nacer. Disponer de un cerebro moldeable es lo que ha permitido a la especie humana progresar y sobrevivir incluso ante las condiciones naturales más adversas.